sábado, 24 de marzo de 2007

La “Europa” (fortaleza y securitaria) a la deriva

La UE asediada por la “globalización”, las tensiones interestatales, la rebelión ciudadana y el odio de sus guetos.

Ramón Fernández Durán
Miembro de Ecologistas en Acción

Los ciudadanos franceses y holandeses no votan lo que deben
A pesar de toda la presión del grueso de la clase política, de los poderes económicos y financieros, y especialmente del conjunto de las elites mediáticas a favor del Sí a la Constitución Europea, la ciudadanía francesa votó No (casi el 55%), en el referéndum de finales de mayo. Días después los ciudadanos holandeses volvían a expresarse de una forma aún más contundente contra la Constitución (cerca del 62%), bajo unas circunstancias similares por parte de las estructuras de poder. El terremoto que ello provocó a escala comunitaria fue mayúsculo. Dos de los países fundadores de la Unión habían rechazado la nueva Carta Magna “europea”, acudiendo de forma significativa a las urnas. Y Chirac, el principal impulsor de la “Europa” política (y militar), que recoge la Constitución, aparecía como el gran responsable de la debacle.
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LA UNIÓN AFRICANA Y EL NEPAD: APUESTAS PARA LA INTEGRACIÓN

Mbuyi Kabunda
Profesor de Relaciones Internacionales, socio de Sodepaz
www.sodepaz.es

Desde la década de los 60, unos 20 documentos o planes de desarrollo, de inspiración africana o impuestos por las instituciones financieras internacionales, fueron adoptados para hacer frente a los problemas de desarrollo y de integración regional en África.
Muchos de estos programas y planes se limitaron al capítulo de las buenas intenciones, y casi todos conocieron un fracaso de mayúscula proporción, por la negación de los gobiernos de renunciar a una parte de sus soberanías, la ausencia de un marco institucional adecuado, la falta de una dimensión panafricana y de voluntad política, y sobre todo por la exclusión de los pueblos en su concepción y ejecución. Éstos nunca fueron consultados para expresar sus necesidades y prioridades. Lejos de conducir a los países africanos en el camino del desarrollo, estas iniciativas profundizaron la crisis económica. Todos perdieron de vista que ningún plan puede concretarse sin la participación de los pueblos, hartos de creer en promesas sin hechos. A cada etapa, se adoptaba un nuevo plan sin un previo análisis de los errores cometidos en el anterior, sin etapas intermedias y sin objetivos realistas.